Fotos de estrellas
La imagen (recuadro) fue creada a partir de los datos del Hubble de la propuesta 12326: K. Noll (PI), Z. Levay, M. Mutchler, T. Borders, L. Frattare, M. Livio, C. Christian, D. Soderblom y H. Bond (Hubble Heritage Team/STScI).
Estas imágenes (recuadro) son una composición de exposiciones separadas adquiridas por el instrumento WFC3 en el HST. Se utilizaron varios filtros para muestrear amplios rangos de longitudes de onda. El color resulta de la asignación de diferentes matices (colores) a cada imagen monocromática (escala de grises) asociada a un filtro individual. En este caso, los colores asignados son:
Imagen de una estrella en el espacio de cerca
Cosmos centrado en la Tierra (1660): Puede que la historia no recuerde mucho a Andreas Cellarius, que en 1660 era rector de una escuela en Hoorn (Países Bajos). Pero la magnífica representación del cosmos geocéntrico de Cellarius perdura. El Sol, los planetas y las constelaciones orbitan alrededor de la Tierra, pero en la esquina inferior derecha, Cellarius reconoce una teoría alternativa: El modelo del astrónomo danés Tycho Brahe, en el que la mayor parte del universo orbita alrededor de la Tierra, pero los otros cinco planetas conocidos giran alrededor del Sol.
The Long View (2013): La verdadera -y vasta- complejidad del universo fue captada en esta vista grabada por un par de telescopios automatizados, uno en Estados Unidos y otro en el desierto de Chile. Desde nuestra pequeña percha dentro de la Vía Láctea, la imagen muestra el universo extendiéndose por unos mil millones de años luz, que es sólo una pequeña fracción de su tamaño total. Cada uno de los 50.000 puntos representa una galaxia entera. La Tierra, que antes se creía que era el centro de todo, es en realidad una idea de último momento.
Estrellas en el espacio
El telescopio espacial James Webb ha captado una instantánea muy detallada de los llamados Pilares de la Creación, una vista de tres imponentes torres de polvo y gas interestelar salpicadas de estrellas recién formadas. La zona, que se encuentra dentro de la nebulosa del Águila, a unos 6.500 años luz de la Tierra, ya había sido captada por el telescopio Hubble en 1995, creando una imagen considerada “icónica” por los observadores del espacio.
El telescopio espacial James Webb y el telescopio espacial Hubble contribuyeron a esta imagen del par galáctico VV 191. El Webb observó la galaxia elíptica más brillante (izquierda) y la galaxia espiral (derecha) en luz infrarroja cercana, y el Hubble recogió datos en luz visible y ultravioleta.
El telescopio espacial James Webb captó la galaxia espiral IC 5332, que se encuentra a más de 29 millones de años luz. El instrumento MIRI del observatorio miró a través del polvo interestelar para ver los “huesos” de la galaxia.
La NASA publicó el martes 6 de septiembre una imagen en mosaico de la nebulosa de la Tarántula. La imagen, que abarca 340 años luz, muestra decenas de miles de estrellas jóvenes que antes estaban ocultas por el polvo cósmico.
Imágenes del Hubble
Una estrella es un objeto astronómico compuesto por un esferoide luminoso de plasma que se mantiene unido por su gravedad. La estrella más cercana a la Tierra es el Sol. Muchas otras estrellas son visibles a simple vista por la noche, pero sus inmensas distancias a la Tierra las hacen aparecer como puntos de luz fijos. Las estrellas más destacadas se han clasificado en constelaciones y asterismos, y muchas de las más brillantes tienen nombres propios. Los astrónomos han elaborado catálogos estelares que identifican las estrellas conocidas y proporcionan denominaciones estelares estandarizadas. Se calcula que el universo observable contiene entre 1022 y 1024 estrellas. Sólo unas 4.000 de estas estrellas son visibles a simple vista,[1] todas ellas dentro de la Vía Láctea.
La vida de una estrella comienza con el colapso gravitacional de una nebulosa gaseosa de material compuesto principalmente por hidrógeno, junto con helio y trazas de elementos más pesados. Su masa total es el principal factor que determina su evolución y su destino final. Una estrella brilla durante la mayor parte de su vida activa debido a la fusión termonuclear del hidrógeno en helio en su núcleo. Este proceso libera energía que atraviesa el interior de la estrella y se irradia al espacio exterior. Al final de la vida de una estrella, su núcleo se convierte en un remanente estelar: una enana blanca, una estrella de neutrones o, si es lo suficientemente masiva, un agujero negro.