Magnitud absoluta
Measuring the Universe es una obra de arte performativa del artista eslovaco Roman Ondak que se instaló por primera vez en la Pinakothek der Moderne de Múnich en 2007[1]. La exposición comienza como una pared blanca en blanco y empieza a llenarse cuando los guardias del museo marcan la altura de los visitantes junto con su nombre y la fecha actual. Está en la colección de la Tate Modern de Londres, la Pinakother der Moderne de Múnich y el MoMa de Nueva York[2].
Los únicos elementos necesarios para la instalación fueron una habitación blanca y unos cuantos rotuladores negros. Lo que empezó como un espacio blanco y limpio se ha llenado de letras, líneas y números a medida que la gente pasa por la galería. Cada pequeña línea representa a una persona diferente. Los miles y miles de líneas muestran cuántas personas pasan por el museo cada día, y cuántas personas se han visto afectadas por esta instalación.
Paralaje a distancia
Antes de que se lanzara el telescopio Hubble, existía una enorme incertidumbre sobre la tasa de expansión del universo. Este valor es necesario para calcular la edad del universo, estimar su evolución a lo largo de miles de millones de años y comprender las fuerzas que lo impulsan. Al principio, los astrónomos estaban encantados de reducir la estimación de la expansión a un 10% de precisión. Ahora, con mucha perseverancia y observaciones precisas, se acercan al uno por ciento de exactitud.
En 1929, Edwin Hubble aportó la primera prueba observacional de que el universo tiene una edad finita. Utilizando el mayor telescopio de la época, descubrió que cuanto más alejada está una galaxia de nosotros, más rápido parece retroceder en el espacio. Esto significa que el universo se expande uniformemente en todas las direcciones. Hubble observó que la luz de las galaxias lejanas parecía estirarse hacia longitudes de onda más largas, o enrojecerse, un fenómeno llamado corrimiento al rojo.
Si se determina con precisión la tasa de expansión, denominada constante de Hubble, se puede dar cuerda al reloj cósmico y calcular la edad del universo. Sin embargo, las estimaciones de Edwin Hubble sobre la expansión implicaban que el universo era más joven que la edad de la Tierra y el Sol. Por tanto, Hubble llegó a la conclusión de que el fenómeno del corrimiento al rojo era una propiedad desconocida del espacio y no una medida de la verdadera velocidad espacial. Más tarde, los astrónomos se dieron cuenta de que el corrimiento al rojo era una consecuencia de la expansión del propio espacio, tal y como predecía la teoría de la relatividad especial de Einstein.
Distancia espacial
La justificación científica más importante para la construcción del Hubble era determinar el tamaño y la edad del Universo mediante la observación de las variables cefeidas en galaxias lejanas. Este objetivo científico era tan importante que puso restricciones al límite inferior del tamaño del espejo primario del Hubble. Las cefeidas son un tipo especial de estrellas variables con variaciones de brillo muy estables y predecibles. El periodo de estas variaciones depende de las propiedades físicas de las estrellas, como su masa y su brillo real. Esto significa que los astrónomos, con sólo observar la variabilidad de su luz, pueden averiguar la naturaleza física de las Cefeidas, lo que puede utilizarse de forma muy eficaz para determinar su distancia. Por esta razón, los cosmólogos llaman a las Cefeidas “velas estándar”.
Los astrónomos han utilizado el Hubble para observar las Cefeidas con resultados extraordinarios. Las Cefeidas se han utilizado como peldaños para realizar mediciones de distancia de las supernovas, que a su vez han proporcionado una medida de la escala del Universo. Hoy conocemos la edad del Universo con una precisión mucho mayor que antes del Hubble: unos 13.700 millones de años.
Diámetro del Au
La determinación de las distancias, es decir, la distancia a la que se encuentran los diferentes objetos astronómicos, es un tema esencial y de gran actualidad en la astronomía. Durante la última parte del siglo XX se han realizado grandes progresos. Medición del Universo ofrece un tratamiento unificado de las distintas técnicas utilizadas para la determinación de distancias. Comienza describiendo los métodos para medir las distancias en la Tierra y luego asciende gradualmente la “escalera de las distancias” para permitirnos estimar la distancia a los objetos más lejanos, terminando con una discusión de los horizontes de partículas dentro de un universo en expansión e inflacionario. Dirigido a estudiantes de primer año de astronomía y astrofísica, el libro hace hincapié en los principios físicos generales más que en los detalles matemáticos. El texto se ve reforzado y complementado por el uso de muchos ejemplos trabajados y por preguntas y ejercicios de resolución de problemas al final de cada capítulo.