Viva nuestro señor jesucristo rey del universo

Nuestro Señor JESUCRISTO, REY del Universo Misa, 20

El 23 de noviembre de 1927, un sacerdote jesuita de 36 años de edad, con sólo dos años de ordenación, se presentó ante un pelotón de fusilamiento en su México natal, acusado de conspiración. Mezclado con la política de la revolución mexicana de unos 10 años antes, las décadas de persecución de la Iglesia llegaban por fin a su fin. Durante dos años, el padre Miquel Agustín Pro había ejercido su ministerio sacerdotal en secreto, incluso pidiendo limosna para ayudar a los pobres. Justo antes de que se produjeran los disparos que lo convirtieron en mártir, proclamó con valentía: “Viva, Cristo Rey”.

El Hijo eterno del Dios Altísimo, por el que surgió todo el universo, nació en la más absoluta pobreza, en un establo rodeado de animales. Creció en una oscura aldea y trabajó con sus manos. En su vida pública sólo poseía la ropa que llevaba puesta y dependía de la generosidad de sus seguidores.

El que hizo las estrellas solía dormir bajo ellas. Y ahora, en el Evangelio de esta gran solemnidad, escuchamos a Jesús decirnos la medida que utilizará para juzgar la fidelidad de nuestro discipulado: ¿Hemos tratado a los demás con el mismo tipo de caridad de entrega que haríamos con Jesús mismo?

Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo (A)

El Papa Pío XI, en su encíclica “Quas Primas”, instituyó la fiesta de Cristo Rey durante el año santo que conmemora el 1600 aniversario del Concilio de Nicea en 1925. En particular, Pío XI quiso afirmar la “dignidad real de Cristo” recordando las palabras del Credo de Nicea, “y su Reino no tendrá fin”. Con ello quería también corregir las falsas ideologías del nacionalismo, el materialismo, el secularismo y el anticlericalismo que empezaban a surgir en muchos lugares.

Estas “falsas ideologías”, ya dominantes en Rusia, pronto se manifestaron en zonas antes católicas como Italia, Alemania y México. Por ejemplo, sólo dos años después de la publicación de “Quas Primas”, el 23 de noviembre de 1927, el sacerdote jesuita Beato Miguel Pro fue ejecutado por el gobierno anticatólico de México. Frente a sus verdugos, el P. Miguel perdonó al pelotón de fusilamiento, extendió los brazos en forma de Crucifixión y proclamó: “¡Viva Cristo Rey!”. (¡Viva Cristo Rey!).

Este año, la celebración de la fiesta de Cristo Rey (24 de noviembre) cae también al final de un año especial de celebración: el “Año de la Fe”. Durante este período han sucedido muchas cosas en la Iglesia y en el mundo, entre ellas la sorprendente dimisión del Papa Benedicto XVI y la elección del Papa Francisco, el Papa de las “primicias”: el primer jesuita, el primer latinoamericano, el primero del “Nuevo Mundo”, el primero que se llama Francisco, etc. Y desde su elección, Francisco ha sido noticia por su llamamiento a la reforma, la sencillez de vida y la evangelización radical.

Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

La Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, comúnmente denominada Fiesta de Cristo Rey, Domingo de Cristo Rey o Domingo del Reinado de Cristo,[3] es una fiesta del año litúrgico que destaca la verdadera realeza de Cristo. La fiesta es una adición relativamente reciente al calendario litúrgico, instituida en 1925 por el Papa Pío XI para el rito romano de la Iglesia Católica.

En 1970, su celebración en el rito romano se trasladó de octubre al último domingo del tiempo ordinario y, por tanto, al final del año litúrgico. La fecha más temprana en la que puede celebrarse la fiesta de Cristo Rey es el 20 de noviembre y la más tardía el 26 de noviembre.

Las iglesias luteranas, anglicanas, moravas, metodistas, nazarenas, reformadas y protestantes unidas también celebran la fiesta de Cristo Rey, que figura en el Leccionario Común Revisado;[4] las iglesias metodistas, anglicanas y presbiterianas suelen observarla como parte del tiempo litúrgico del Reino, que transcurre entre el cuarto domingo antes de Adviento y la fiesta de Cristo Rey. Las parroquias de rito occidental de la Iglesia Ortodoxa Rusa fuera de Rusia también la celebran en la misma fecha computada que el último domingo del año eclesiástico, el domingo anterior al primer domingo de Adviento[5] Los católicos romanos que se adhieren a la forma extraordinaria del rito romano utilizan el calendario romano general de 1960 y siguen celebrando la solemnidad en la fecha establecida en 1925, el último domingo de octubre.

Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo

La solemnidad de Cristo Rey se celebra el último domingo del Tiempo Ordinario (el último domingo del calendario litúrgico), dando paso al primer domingo de Adviento. La celebración del dominio de Cristo fue trasladada en 1970 por el Papa Pablo VI de su fecha original. La fiesta fue instituida en 1925 por el Papa Pío XI en su encíclica Quas Primas (“En la primera”) en respuesta a los males sociales relacionados con las luchas de la época y la creciente hostilidad contra la Iglesia. Proclamó “Pax Christi in regno Christi” (la paz de Cristo en el reino de Cristo), afirmando que vivimos en la paz de Cristo cuando le entregamos nuestras vidas cada día, lo aceptamos como nuestro Dios, Salvador y Rey y le permitimos gobernar nuestras vidas. En definitiva, se nos recuerda la importancia de ordenar nuestras prioridades, haciendo de Cristo el centro de nuestra vida.

Qua primas sigue siendo válido hoy en día. El Santo Padre habló directamente del problema de lo que denominó “anticlericalismo”.    Se refería a la actitud de quienes querían eliminar la influencia cristiana de la vida política. Qué poderosas y proféticas fueron las lecciones del Papa Pío XI, como vimos en las audiencias de confirmación del Tribunal Supremo, donde se sugirió que “la creencia en la enseñanza católica hace que una persona no sea apta para un nombramiento judicial”.